Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital.
Reiki actúa en profundidad yendo a la raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado.
Reiki puede usarse también, combinado con tratamiento alopático, homeopatía, reflexología, etc.
También nos ayuda al crecimiento personal y a la expansión de nuestra conciencia.
La terapia Reiki pueden recibirla todos los seres humanos (adultos sanos, enfermos, embarazadas, niños y bebés), incluso también los animales y las plantas.
Es una terapia complementaria a la medicina convencional y terapias psicológicas reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS).
Sabemos que el ser vivo es energía. Cuando se bloquea el flujo de esta energía, estamos más predispuestos para contraer enfermedades. Muchas veces es el miedo, el temor, la ansiedad lo que bloquea este flujo de energía produciendo la enfermedad. «men sana in corpore sano». Llegamos, pues, a la conclusión que para curar las enfermedades es necesario un desbloqueo de la energía Vital. Con Reiki esto es posible, pues cura equilibrando la energía Vital, actuando y desbloqueando a todos los niveles(físico, psíquico y emocional).
Reiki, lo que hace es activar nuestros propios mecanismos de autocuración, equilibrando nuestro sistema energético y ayudándonos a restablecer el equilibrio a otros niveles.
Reiki es efectivo en todas las enfermedades, tanto es así que cada vez más, se está incorporando en hospitales, como es el caso del hospital materno-infantil de la Vall d´hebron de Barcelona, donde se aplica Reiki a niños enfermos de cáncer, o el Hospital La Paz de Madrid, o en el Ramón y Cajal, también de Madrid.
Reiki, y las terapias energéticas se basan en los campos magnéticos y biomagnéticos. El investigador norteamericano James L. Oschman -experto en Biología Celular, Biofísica y Fisiología- sostiene que la ciencia puede explicar cómo la electricidad y los campos magnéticos de nuestros órganos fluyen desde nuestro cuerpo y pueden interactuar con el de los demás, tanto a nivel local como a distancia.
Oschman decidió centrarse inicialmente en el estudio de los campos magnéticos y biomagnéticos por ser éstos indiscutibles y relativamente fáciles de medir. Un trabajo que sin embargo le llevó años y dio lugar a multitud de artículos y conferencias que finalmente plasmaría en los libros «Medicina Energética: su base científica» y «Energy Medicine in Therapeutics and Human Performance» en los que brinda la base teórica para explorar la Fisiología y la Biofísica de las denominadas medicinas energéticas. Para Oschman la base científica que sustenta la medicina clínica moderna es la misma que explica la existencia del aura o cuerpo energético
Se explica claramente y científicamente la eficacia de terapias como el Reiki o curación mediante imposición de manos merced a la trasferencia de energía humana, la Acupuntura, el equilibrado del aura, la terapia sacrocraneal, la Terapia de Polaridad y tantas otras. En un valioso estudio el Dr. John Zimmerman constató que el pulso de campo producido por las manos de los profesionales del llamado toque terapéutico no es constante en su frecuencia, sino que varía por instantes a través de la misma gama de frecuencias en la banda ELF que los investigadores médicos han identificado como eficaces para iniciar o acelerar el proceso de curación de los distintos tejidos que han investigado. Parece pues probable que uno de los efectos de las distintas terapias energéticas, de contacto y no contacto, sea introducir en los tejidos la misma frecuencia sanadora que los investigadores médicos han identificado como claves en la curación de los tejidos.
